LA
CONFEDERACIÓN CHANKA
El imperio de os inkas se inicia como
organización centralizada internacional justo de haber sufrido un sitio en el
cusco, su capital, por parte de sus enemigos tradicionales, llamados chankas,
que vivian al otro lado del rio Apurímac (el que habla al señor). La derrota de
los ejércitos chanka y la conquista de su territorio, al noroeste de cusco, fue
la circunstancia clave para la gran expansión inka, que se desbordo, a partir
de de entonces, a lo largo de los andes.
Las referencias históricas, narradas por los
cusqueños, hablan de tribus semisalvajes que atacaron el cusco en tiempos de
inka wiracocha, que estaban dirigida por unos personajes un tanto legendario
llamados astu waraka y Tumay waraka, además de un caudillo conocido como anku
ayllu. No se sabe que si estos guerreros estaban o no organizados políticamente
o si solo se trataba de una confederación de pequeños grupos aliados con fines militares; tampoco ay noticias muy
claras sobre el exacto territorio que habitan y si todas o la mayor parte de provincias de la sierra
central estaban dentro de la alianza chanka ; la actual provincia de
Andahuaylas, al sur de Ayacucho, es identificada como el territorio propiamente
chanka, pero las preferencias tienden a ubicar el área incluyendo por lo
menos al extenso valle del rio pampas y
la parte occidental del Apurímac, básicamente en lo que fue la zona nuclear de
la cultura wari.
En la parte alta del pampas los pueblos
tienen edificios con muros bastante altos y con una ligera inclinación hacia el
interior y los vanos de acenso con aspecto ojival, como los pueblos de Pamparca
y Qaqamarca, cerca de la localidad de Espite. Los edificios en la parte baja
consisten principalmente en círculos de piedra con muros que no pasan de 1.50 m,
siendo caracteristicos los de los pueblos de Arqalla, Pillucho, Caballuyuq,
Cachi y otros, que se extienden por La Mar, Huamanga, Huanta y Cangallo,
provincias políticas actuales del departamento de Ayacucho.
En la región de la mar, en un lugar denominado
chapi, se ha encontrado uno de los más ricos cementerios Arqalla y son de allí
y de Andahuaylas y Uripa de donde se conocen las mejores muestras de cerámica
entera.
La cerámica es generalmente llana, de
superficie áspera, y a veces con un engobe rojo muy diluido que cubre toda la
superficie. La decoración en relieve con aplicaciones de botones o figuritas de
arcilla, complementada con incisiones o estampado circular. Las formas son de
plato muy abierto de lados rectos
divergentes y de cantaros con cuello angosto que algunas veces muestran caras
hechas muy rústicamente; las bases son indistintamente cónicas o redondeadas en
los cantaros mientras que los platos tienen base plana.
Se conoció la deformación craneana oblicua,
frontooccipital, tubular. Un aspecto muy destacado es también, el uso frecuente
de unos instrumentos en formas de hachas, obtenidos por percusión en piedras
pizarrosas, que tienen el filo pulido a doble bisel; este tipo de objetos se
desarrollan a partir de Ayacucho, aunque las formas en aquella época eran de
una T asimétrica, mientras que las Arqalla son triangulares o rectangulares.
Deben haber sido instrumentos agrícolas. En las ruinas de los pueblos de esta época se halla,
además, una gran cantidad objetos de piedras, tales como morteros y porras
circulares.
En una zona intermedia, ay una cultura
estudiada por Ramiro Matos Mendieta, llamada Coras que muestra afinidad con
Arqalla y con Pata Qotu, con la diferencia de de que la cerámica es de base
clara y parece conservar mejor la tradición iniciada por Huamanga cursivo sobre
base clara. De ella hay pueblos bastante grandes, con casas circulares, en la
zona de Churcanpa, en Huancavelica.
Por lo que hasta aquí se ha dicho, todavía
falta mucho por investigar sobre los chankas con quienes tuvieron que luchar
duramente los inkas, para poder someter al imperio, cuya expansión
internacional se inicio en su territorio.
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